El papa Francisco llegó ayer a Perú para realizar una visita de tres días en la que se prevé abogará por la protección del medio ambiente y los pueblos originarios, en la segunda y última etapa de una gira iniciada el lunes en Chile.

Las denuncias de encubrimiento de abusos sexuales al interior de la iglesia opacaron la despedida de Chile del papa Francisco ayer. En su último día, el papa visitó la ciudad de Iquique, afirmó no tener pruebas para culpar al obispo Juan Barros, acusado de encubrir abusos sexuales por parte del sacerdote Fernando Karadima.

James Hamilton, Juan Carlos Cruz y Juan Andrés Murillo, víctimas de Karadima, acusaron al papa de no querer oír las denuncias sobre el obispo Barros, a quien señalan como encubridor de las atrocidades cometidas por aquel.

“El papa ha desoído todos estos hechos y nos ha acusado de faltar a la verdad, de decir calumnias”, dijo Hamilton.

Migración

En su mayoría vestidos con atuendos tradicionales, miles de indígenas peruanos, brasileños y bolivianos se reunieron ayer en Puerto Maldonado, sureste de Perú, para esperar la llegada del papa Francisco, con quien mantendrán hoy un histórico encuentro.

“Somo un solo pueblo”, dijo a la AFP Angelton Arara, de 33 años, quien viajó durante tres días en un ómnibus desde Mato Grosso, en el centro-oeste de Brasil.

Angleton, quien llevaba puesta una corona de plumas de águila real, confesó que quiere hablarle al papa acerca de los problemas de su comunidad: “la demarcación de las tierras, la educación, la política del gobierno brasileño”.

“Tenemos muchas necesidades”, explicó. “Esperamos que el papa, con toda la iglesia, el Vaticano, nos preste atención y nos vea de manera calurosa y con amor, a los pueblos indígenas de Brasil y otros países”, añadió.

El papa llegó a Perú ayer, en donde visitará Lima y las ciudades de Puerto Maldonado y Trujillo; además, matendrá un encuentro con el entrenador argentino de la selección de Perú, Ricardo Gareca.

 

 

Papa califica de “calumnias” acusaciones contra obispo

Abordado por periodistas a su llegada a la ciudad de Iquique, en el norte de Chile, Francisco se refirió por primera vez durante este viaje a las acusaciones en contra de Barros, obispo de Osorno, acusado de encubrir abusos sexuales por parte de curas chilenos.

“El día que me traigan una prueba contra el obispo Barros, ahí voy a hablar. No hay una sola prueba en contra. Todo es calumnia ¿Está claro?”, dijo Francisco.